Hoy me desperté con la emoción de que Santiago de Compostela estaba tan cerca que no podía creer que llevara más de 1, 000 km recorridos y 17 días de viaje. Debo confesar que la adrenalina y las emociones me hacían sentir como si fuera el primer día lleno de energía.
Esta parte del Camino es la más transitada por los peregrinos, los albergues pase estaban llenos y tanto en las veredas como en la vía puedes ver a muchos ya sea a pie o caminando. Por primera vez vi un señor y supongo que su hijo que venía haciéndolo en caballo. También conocí una pareja que llevaban un perro labrador con todo y su mochila, me dijo que en todos los albergues y hosterías que se quedaron no tuvieron grandes problemas, ya fuera que durmiera en el cuarto o afuera con su cobija y suéter claro. Si piensas llevar a su perrito les recomiendo una página de gran utilidad bringfido.com
La idea de ese día era dormir en Melide, cuando estaba llegando una señalización en la carretera marca que Santiago de Compostela estaba a 60 km; llevaba recorridos unos 60 y eran las 3 de la tarde, la emoción no me dejó concebir la idea de dormirme en un pueblo que solo estaba a unas 5 horas máximo. Me paré en un bar, pedí una coca helada y un bocadillo de jamón serrano y queso, al final tomé una decisión muy coherente... era momento se seguir. La gran ventaja de Europa es que en el verano la luz de día termina cerca de las 9:30; a diferencia de México que no varia gran cosa entre estaciones.
Cerca de unos 20 km de la ciudad de Santiago de Compostela la carretera se convierte en una Auto Vía por lo que uno debe tomar la vereda de los peregrinos. Ese último trayecto son columpios muy pequeños pero tan pronunciados que generan una sensación en las piernas después de casi 1 hora de las casi 3 que demoras. El paisaje es hermosos, pequeños pueblos que viven bajo el espíritu del Camino, uno no puede dejar de ver conchas que decoran las casas y flechas amarillas, en las paredes, las calles y los postes.
Por mi parte me tome una foto con una pareja de Sevilla, le explique a 3 personas que se acercaron sobre mi bici, unas viejitas francesas me invitaron unas tapas....uno se siente como si hubiera corrido la Tour de France! Pero personalmente uno esta en shock no podía creerlo mi viaje había llegado a su fin, no tenía palabras, solo sentía un sentimiento de éxtasis. Sabía que se terminaba mi Camino de Santiago pero solo era el comienzo de mi Camino, lo que aprendí, lo que sufrí, lo que lloré, lo que reí y lo que compartí es irrepetible; pero dejó una huella en mi cabeza y me enseño a valorar que mi esfuerzo puede llevarme a donde quiera. La verdad no quiero que suene como un milagro y que ya soy una persona totalmente diferente, pero aprendí justo a aceptarme y que siempre uno debe ser sincero con unos mismo porque las mentiras que uno se termina creyendo sobre uno mismo son las que más duelen.
Me quede 2 días en Santiago de Compostela, fue como una fiesta, muchos de las personas que conocí en el viaje fueron llegando a lo largo de esos días. Terminamos de contar nuestras aventuras, cada quien tomó lo que se le hizo más importante, cada quien eligió su Camino...
Distancia Total: 120 km Portomarín a Santiago de Compostela
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