Dia 17 Porto Marín

Por la mañana me esperaban los paisajes de Galicia, verdes y lleno de color; no menosprecio las otras partes de España pero esta Comunidad es hermosa, todo es limpio, con excelente pavimento, varios descansos con fuentes y más verde!
El camino continúa con subida exigente, pero con la compañía de dos chavos de Burgos y un asturiano, que me contagio las ganas de la próxima vez hacer el Camino del Norte, que cruza por toda Asturias a lo largo de la costa; con la advertencia de que son columpios nada faciles. Es increíble como encuentras personas que ya han hecho el Camino desde diversos puntos de inicio y tienen ganas de más.


En la cima hay un pequeño monasterio q tiene vestigios prerrománicos y está rodeado de una aldea que fue recientemente rehabilitada y quedó como la escena de una película medieval; si tienen la oportunidad de quedarse en una de las posada de ahí creo que valdría mucho la pena.

Se me olvidó comentar que a partir de Astorga comencé a ver un aumento notable de peregrinos, es impresionante la gente a pie sobre las veredas y acotamientos. También se puede ver más gente en bicicleta lo cual resultó en alivió y algunos rebases. 


Muchos vienen a pie desde Somport y otros han decidido empezar desde puntos distintos como yo, algunos llevan mas de 4 meses caminando como un señor que viene desde Colón, Alemania, ha llenado ya 4 Credenciales del Peregrino y todavia le faltan casi 2 semanas de Camino. Un joven irlandes se acerco en un descanso y me ofreció cerezas, estaba exhausto, había tomado un camión que lo dejo a 15 km de O Cebreiro y era su primer día, tardaría menos de una semana en llegar a Santiago. Como les comenté, uno aprende que lo importante no es ni de donde sale uno, o cuanto tiempo se tarde uno, sino valorar aquello que te llevó a decidir que empezarías un viaje donde el esfuerzo y el sudor tienen una recompensa simbólica, llegar a Santiago de Compostela, que en cada uno tiene un significado de realización en el sentido personal o religioso.



Al acabar la cima continuaba una bajada de 1,300 m a 500 m; debo confesar que fue la bajada más extrema de mi vida, a pesar de ser una vía bien pavimentada había muchas curvas y la velocidad  de casi 60 km a pesar de tener el freno a todo. De verdad tomen sus precauciones ya que como es bajada de la cordillera las curvas en algunos momentos son demasiado cerrados y meter mucho los frenos puede hacer el bici pierda el control; trata de frenar con anticipación soltar un poco en la curva y mantener el punto de gravedad bien firme aunque en algunos puntos sientas temor.... una cosa más y muy importante, diviértete.

Ese día me dispuse a dormir en Portomarín un pueblo al lado de un rio enorme, preciosa ciudad tiene muchos lugares para comer exquisitos pulpos a la gallega y un queso gallego muy sabroso, no se olviden del caldo gallego.





Me hospedé el Hotel Villajardin, 45€ con desayuno, no está nada mal aunque recomiendo no pedir el desayuno en esta ocasión porque solo es un bollo con mantequilla y vaso de jugo artificial, que sube el costo 5€, y si pides otro poco te ven con cara de que la crisis no permite ni regalar una alubia jajaja. Como en México desde que nací estamos en crisis, creo que ya no es pretexto para ese tipo de atenciones.

Distancia Total: 80 km Piedrafita do Cebreiro a Portomarín

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