Dia 15 El Acebo de San Miguel

Me desperté muy temprano motivado por los demás compañeros de cuarto.

En la mañana mi llanta amaneció totalmente abajo, ya no traia más que un repuesto, así que opte por ponerlo y guardar el otro neumático para parcharlo.

Me encontre una familia de Oaxaca que estaba haciendo el camino a pie porque una de las niñas estaba haciendo la prepatoria en Suiza y su familia decidió visitarla en verano; sorprendidos de los costos en Europa optaron por el Camino de Santiago por una alternativa barata pero llena de aventura. Los señores confesaron estar agotados pero los mantenía la motivación de llegar a Santiago junto a nosotros un gringo de padres mexicanos nacido en USA y no sabía más que un español muy pocho.

La subida que comentó José de verdad no era un chiste, subimos de 900 m a 1, 500 m; en una carretera muy parecida a las estatales de México doble sentido, sin mallas y sin acotamiento, por suerte no es muy transitada. El asfalto está en muy malas condiciones y la grava está suelta lo que genera inestabilidad con el peso de las alforjas. a decir de los lugareños es debido a que Castilla y León es la Comunidad más grande en territorio de España y pues el presupuesto es limitado, la historia se me hacia familiar pero no sé por qué... 

Al llegar al punto más alto de todo el Camino de Santiago, 1, 504 m a nivel del mar, se encuentra Cruz de Ferro, un enorme poste de madera con una cruz de hierro en lo alto, que sirve desde hace siglos como un señalamiento. La tradición es depositar una piedra del lugar de origen del peregrino al pie de la Cruz.




La base de la Cruz está llena de piedras, caracóles y otros objetos personales que decoran el lugar. Hay desde recuerdos de viajes hasta encomiendas a personas que están enfermas o que han muerto, sin importar las creencias que uno tenga se siente mucha energía, como si se pudiera sentir la fuerza con que la gente ha ido a pedir por alguien.

Unos kilómetros más adelante de la Cruz comienza una bajada muy divertida, hay que tener buenos frenos y agarrarse duro porque la grava esta suelta y puede venir un coche de subida. La bici agarró una velocidad de casi 50 km/h con la sensación de una alforja de casi 20 kg en un carretera de menos de 4 metros de ancho de doble flujo. Me acompañaron dos ciclistas de Cadiz super simpáticos y que me dieron una cátedra sobre la economía española y su frustración por tan cortas vacaciones pero encantados de estar lejos de un resort.

Terminando la baja del terror, de 1, 500 m a 800 m en menos de 20 km, se alcanzaba a ver un pueblo que me cautivo a lo lejos. Una pequeña aldea que tiene todos los techos de las casa con techo de grafito, para evitar el estancamiento de la nieve en invierno. Le dije a mis compañeros de viaje que yo quería ver el atardecer ahí, ellos continuaron ya que tenian pensado dormir en Ponferrada a 20 km de donde me quedé.

Me hospedé en la Casa Rural de La Rosa del Agua, un lugar increíble  toda la construcción es de piedra lo que genera un clima único, la habitación costaba 50€ que a mi parecer fueron bien gastados. Además cuenta con un mini market para comprar unos bocadillos y agua, y puedes disfrutarlo en un jardín privado de la propiedad con una vista genial!

El Acebo es un pueblo de no más de 2 km de largo, es muy pequeño y solo se ven casas y paisajes, suficiente para nombrarlo el pueblo más hermoso de mi Camino.

En la calle conocí un polaco de 60 años que le encomendo su hijo a Santiago de Compostela para que saliera de un cancer, si se cumplía le iba a dar las gracias a pie desde la puerta de su casa, con cada historia y persona no se que es lo que en el fondo los mueve si la fe o su deseo, pero no ves a nadie rendirse. A lo mejor aqui cobra sentido el nombre de Jacobo, el que sostiene el talón, el que nunca se rinde y a pesar de su visible debilidad comparado a un apremiante se impondrá para gobernar.





Distancia Total: 37 km Santa Catalina de Somoza a El Acebo de San Miguel

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