Dia 18 Santiago de Compostela


Hoy me  desperté con la emoción de que Santiago de Compostela estaba tan cerca que no podía creer que llevara más de 1, 000 km recorridos y 17 días de viaje. Debo confesar que la adrenalina y las emociones me hacían sentir como si fuera el primer día lleno de energía.



Esta parte del Camino es la más transitada por los peregrinos, los albergues pase estaban llenos y tanto en las veredas como en la vía puedes ver a muchos ya sea a pie o caminando. Por primera vez vi un señor y supongo que su hijo que venía haciéndolo en caballo. También conocí una pareja que llevaban un perro labrador con todo y su mochila, me dijo que en todos los albergues y hosterías que se quedaron no tuvieron grandes problemas, ya fuera que durmiera en el cuarto o afuera con su cobija y suéter claro. Si piensas llevar a su perrito les recomiendo una página de gran utilidad bringfido.com

La idea de ese día era dormir en Melide, cuando estaba llegando una señalización en la carretera marca que Santiago de Compostela estaba a 60 km; llevaba recorridos unos 60 y eran las 3 de la tarde, la emoción no me dejó concebir la idea de dormirme en un pueblo que solo estaba a unas 5 horas máximo. Me paré en un bar, pedí una coca helada y un bocadillo de jamón serrano y queso, al final tomé una decisión muy coherente... era momento se seguir. La gran ventaja de Europa es que en el verano la luz de día termina cerca de las 9:30; a diferencia de México que no varia gran cosa entre estaciones.

Cerca de unos 20 km de la ciudad de Santiago de Compostela la carretera se convierte en una Auto Vía por lo que uno debe tomar la vereda de los peregrinos. Ese último trayecto son columpios muy pequeños pero tan pronunciados que generan una sensación en las piernas después de casi 1 hora de las  casi 3 que demoras. El paisaje es hermosos, pequeños pueblos que viven bajo el espíritu del Camino, uno no puede dejar de ver conchas que decoran las casas y flechas amarillas, en las paredes, las calles y los postes.


Al llegar a Santiago de Compostela se siente una gran emoción, es una ciudad muy viva, por supuesto es raro lo que no hace referencia a este santo. La plaza de la Catedral es impresionante tiene una vista esplendida y la Catedral es única, no hay una sola parecida en todo el Camino su color es único parece que no ha sido  tocada en siglos pero se ve intacta. La energía que su siente es emocionante, la gente grita, levanta las bicis, se quita las botas; mientras un peculiar personaje vestido de Santiago de Compostela regaña a todos por actos inmorosos, que deben pagar impuestos por las fotos y que las mujeres deben cubrirse las piernas. Algunos visitantes de la ciudad, lo digo por el look y la cámara en mano, se quedan impactados por los festejos y yo creo que algunos no tendrán ni idea de el Camino a pesar de estar ahí. 
Por mi parte me tome una foto con una pareja de Sevilla, le explique a 3 personas que se acercaron sobre mi bici, unas viejitas francesas me invitaron unas tapas....uno se siente como si hubiera corrido la Tour de France! Pero personalmente uno esta en shock no podía creerlo mi viaje había llegado a su fin, no tenía palabras, solo sentía un sentimiento de éxtasis. Sabía que se terminaba mi Camino de Santiago pero solo era el comienzo de mi Camino, lo que aprendí, lo que sufrí, lo que lloré, lo que reí y lo que compartí es irrepetible; pero dejó una huella en mi cabeza y me enseño a valorar que mi esfuerzo puede llevarme a donde quiera. La verdad no quiero que suene como un milagro y que ya soy una persona totalmente diferente, pero aprendí justo a aceptarme y que siempre uno debe ser sincero con unos mismo porque las mentiras que uno se termina creyendo sobre uno mismo son las que más duelen.


Me quede 2 días en Santiago de Compostela, fue como una fiesta, muchos de las personas que conocí en el viaje fueron llegando a lo largo de esos días. Terminamos de contar nuestras aventuras, cada quien tomó lo que se le hizo más importante, cada quien eligió su Camino...


Distancia Total: 120 km Portomarín a Santiago de Compostela

Dia 17 Porto Marín

Por la mañana me esperaban los paisajes de Galicia, verdes y lleno de color; no menosprecio las otras partes de España pero esta Comunidad es hermosa, todo es limpio, con excelente pavimento, varios descansos con fuentes y más verde!
El camino continúa con subida exigente, pero con la compañía de dos chavos de Burgos y un asturiano, que me contagio las ganas de la próxima vez hacer el Camino del Norte, que cruza por toda Asturias a lo largo de la costa; con la advertencia de que son columpios nada faciles. Es increíble como encuentras personas que ya han hecho el Camino desde diversos puntos de inicio y tienen ganas de más.


En la cima hay un pequeño monasterio q tiene vestigios prerrománicos y está rodeado de una aldea que fue recientemente rehabilitada y quedó como la escena de una película medieval; si tienen la oportunidad de quedarse en una de las posada de ahí creo que valdría mucho la pena.

Se me olvidó comentar que a partir de Astorga comencé a ver un aumento notable de peregrinos, es impresionante la gente a pie sobre las veredas y acotamientos. También se puede ver más gente en bicicleta lo cual resultó en alivió y algunos rebases. 


Muchos vienen a pie desde Somport y otros han decidido empezar desde puntos distintos como yo, algunos llevan mas de 4 meses caminando como un señor que viene desde Colón, Alemania, ha llenado ya 4 Credenciales del Peregrino y todavia le faltan casi 2 semanas de Camino. Un joven irlandes se acerco en un descanso y me ofreció cerezas, estaba exhausto, había tomado un camión que lo dejo a 15 km de O Cebreiro y era su primer día, tardaría menos de una semana en llegar a Santiago. Como les comenté, uno aprende que lo importante no es ni de donde sale uno, o cuanto tiempo se tarde uno, sino valorar aquello que te llevó a decidir que empezarías un viaje donde el esfuerzo y el sudor tienen una recompensa simbólica, llegar a Santiago de Compostela, que en cada uno tiene un significado de realización en el sentido personal o religioso.



Al acabar la cima continuaba una bajada de 1,300 m a 500 m; debo confesar que fue la bajada más extrema de mi vida, a pesar de ser una vía bien pavimentada había muchas curvas y la velocidad  de casi 60 km a pesar de tener el freno a todo. De verdad tomen sus precauciones ya que como es bajada de la cordillera las curvas en algunos momentos son demasiado cerrados y meter mucho los frenos puede hacer el bici pierda el control; trata de frenar con anticipación soltar un poco en la curva y mantener el punto de gravedad bien firme aunque en algunos puntos sientas temor.... una cosa más y muy importante, diviértete.

Ese día me dispuse a dormir en Portomarín un pueblo al lado de un rio enorme, preciosa ciudad tiene muchos lugares para comer exquisitos pulpos a la gallega y un queso gallego muy sabroso, no se olviden del caldo gallego.





Me hospedé el Hotel Villajardin, 45€ con desayuno, no está nada mal aunque recomiendo no pedir el desayuno en esta ocasión porque solo es un bollo con mantequilla y vaso de jugo artificial, que sube el costo 5€, y si pides otro poco te ven con cara de que la crisis no permite ni regalar una alubia jajaja. Como en México desde que nací estamos en crisis, creo que ya no es pretexto para ese tipo de atenciones.

Distancia Total: 80 km Piedrafita do Cebreiro a Portomarín

Dia 16 Pedrafita do Cebreiro

Del Acebo a Ponferrada disfrute de una bajada bastante entretenida, lo que ayudó a acelerar un poco el ritmo. Perdón que lo diga pero la sensación de bajar a casi 60 km/h a comparación de los peregrinos a pie, no tendrá el mismo sacrifico pero que divertido resulta.
Ponferrada tienen un castillo imponente que vale la pena pararse a admirar. Además que es el último pueblo de Castilla y León antes de entrar a la Comunidad de Galicia, que a pesar de los chistes que se hacen en México sobre los gallegos, es de las comunidades más ricas en recursos y dinero, son muy amables y su acento con un toque portugues es adorable.

Villafranca del Bierzo es famosa por sus cerezas, ya sean las dulces o una especie nativa que tiene un amargo al final. Entrando en la ciudad me rencontré a José mi amigo madrileño de Santa Catalina de Somoza, sentado tomando una caña, sorprendente venía a pie, lo vi hace 2 días y yo lo estoy alcanzando. Me invitó a desayunar a lo cual de agradecimiento le regale mi bandera de México que venía cosida en la mochila.

Acabando me dirigí a conocer Villafranca, en la Puerta del Perdón me acerque a comprar una coca en un puesto que atendía un bulgaro y su vecino es un argentino, que están más locos que una cabra. A las malas amistades hay que decirles adiós rápido.

Sin estar 100% mentalizado, me propuse comenzar la última gran escalada del viaje estuvo bastante agotadora, per un camino lleno de vegetación y varias fuentes donde refrescarse. De 460 m a 1,112 en casi 30 metros de verdad que al final por más fuerza que le ponía a mis piernas ya no podía jalar la bicicleta, pero pararse era peor porque los moscos no tardan en atacar y además las piernas perdían todo el ritmo que llevaban, ya casi en la cima hay una pendiente donde me di por vencido me tuve que bajar a arrastrar 500 m, vergonzoso pero obligatorio si mañana quería mis chamorros en una sola pieza.

Me quedé en el Hostal Rebollal donde me dieron una de las cenas más deliciosas, un caldo gallego exquisito. Habitación 36€.



Distancia Total: 70 km El Acebo de San Miguel a Piedrafita do Cebreiro

Dia 15 El Acebo de San Miguel

Me desperté muy temprano motivado por los demás compañeros de cuarto.

En la mañana mi llanta amaneció totalmente abajo, ya no traia más que un repuesto, así que opte por ponerlo y guardar el otro neumático para parcharlo.

Me encontre una familia de Oaxaca que estaba haciendo el camino a pie porque una de las niñas estaba haciendo la prepatoria en Suiza y su familia decidió visitarla en verano; sorprendidos de los costos en Europa optaron por el Camino de Santiago por una alternativa barata pero llena de aventura. Los señores confesaron estar agotados pero los mantenía la motivación de llegar a Santiago junto a nosotros un gringo de padres mexicanos nacido en USA y no sabía más que un español muy pocho.

La subida que comentó José de verdad no era un chiste, subimos de 900 m a 1, 500 m; en una carretera muy parecida a las estatales de México doble sentido, sin mallas y sin acotamiento, por suerte no es muy transitada. El asfalto está en muy malas condiciones y la grava está suelta lo que genera inestabilidad con el peso de las alforjas. a decir de los lugareños es debido a que Castilla y León es la Comunidad más grande en territorio de España y pues el presupuesto es limitado, la historia se me hacia familiar pero no sé por qué... 

Al llegar al punto más alto de todo el Camino de Santiago, 1, 504 m a nivel del mar, se encuentra Cruz de Ferro, un enorme poste de madera con una cruz de hierro en lo alto, que sirve desde hace siglos como un señalamiento. La tradición es depositar una piedra del lugar de origen del peregrino al pie de la Cruz.




La base de la Cruz está llena de piedras, caracóles y otros objetos personales que decoran el lugar. Hay desde recuerdos de viajes hasta encomiendas a personas que están enfermas o que han muerto, sin importar las creencias que uno tenga se siente mucha energía, como si se pudiera sentir la fuerza con que la gente ha ido a pedir por alguien.

Unos kilómetros más adelante de la Cruz comienza una bajada muy divertida, hay que tener buenos frenos y agarrarse duro porque la grava esta suelta y puede venir un coche de subida. La bici agarró una velocidad de casi 50 km/h con la sensación de una alforja de casi 20 kg en un carretera de menos de 4 metros de ancho de doble flujo. Me acompañaron dos ciclistas de Cadiz super simpáticos y que me dieron una cátedra sobre la economía española y su frustración por tan cortas vacaciones pero encantados de estar lejos de un resort.

Terminando la baja del terror, de 1, 500 m a 800 m en menos de 20 km, se alcanzaba a ver un pueblo que me cautivo a lo lejos. Una pequeña aldea que tiene todos los techos de las casa con techo de grafito, para evitar el estancamiento de la nieve en invierno. Le dije a mis compañeros de viaje que yo quería ver el atardecer ahí, ellos continuaron ya que tenian pensado dormir en Ponferrada a 20 km de donde me quedé.

Me hospedé en la Casa Rural de La Rosa del Agua, un lugar increíble  toda la construcción es de piedra lo que genera un clima único, la habitación costaba 50€ que a mi parecer fueron bien gastados. Además cuenta con un mini market para comprar unos bocadillos y agua, y puedes disfrutarlo en un jardín privado de la propiedad con una vista genial!

El Acebo es un pueblo de no más de 2 km de largo, es muy pequeño y solo se ven casas y paisajes, suficiente para nombrarlo el pueblo más hermoso de mi Camino.

En la calle conocí un polaco de 60 años que le encomendo su hijo a Santiago de Compostela para que saliera de un cancer, si se cumplía le iba a dar las gracias a pie desde la puerta de su casa, con cada historia y persona no se que es lo que en el fondo los mueve si la fe o su deseo, pero no ves a nadie rendirse. A lo mejor aqui cobra sentido el nombre de Jacobo, el que sostiene el talón, el que nunca se rinde y a pesar de su visible debilidad comparado a un apremiante se impondrá para gobernar.





Distancia Total: 37 km Santa Catalina de Somoza a El Acebo de San Miguel

Dia 14 Santa Catalina de Somoza

La tendinitis fue el pretexto perfecto para disfrutar un fin de semana lleno de fiestas. También me recuperé mentalmente, porque llevaba ya 2 días en los que no había disfrutado plenamente mis rodadas, la peor señal cuando se trata de un viaje en bicicleta.



El trayecto fue bastante agradable, aunque el sol no dejaba de hacerse presente. La ruta de Wikiloc que seguía originalmente, la modifiqué totalmente al quedarme a dormir en León, me retrase un poco más de 20 km del itinerario. Por algún momento me pareció apremiante la idea de tener que seguir la ruta tal cual, a partir de este día tanto el GPS como la "ruta" pierden todo valor y ahora comenzaría a planear en lo que a mi se me hacia primordial.


A mitad de mi camino me encontre a dos, uno venía de Monterrey y cometió el gran error de pagar todo el viaje desde México, lo cual lo ataba a cumplir fechas sin poder modificar o perdería todas sus reservaciones pagadas. El segundo me platicó que venía con otro chavo y 2 chicas, las cuales estaban haciendo el Camino en autobus y su compañero en bicicleta, se quedaban de ver en el albergue según fueran llegando y claro como buenos compatriotas la conversación giraba en torno a que estaban bien crudos y que la verdad está medio de flojera los pueblos y no hay viejas. Lo bueno de viajar solo es que esos temas se mantienen muy lejos de la cabeza.

En Astorga, saliendo de una tienda de bebidas vi a un chavo que traia una buena bici de montaña pero su atuendo me desconcertó, jeans, t-shirt, una cámara reflex colgada del cuello y una backpack anudada como dios le dio a atender en la parrilla. Otro mexa, su nombre Alvaro es de Guadalajara y aunque me contó de su experiencia en la bici, tenía pinta que nunca había salido de la ciudad; nos quedamos platicando horas sobre nuestros Caminos, a lo que se unió un madrileño y una chica de Burgos que andaban de cañas porque se regresaban a casa. Cuando vi mi reloj era tardísimo no iba a poder llegar con luz a donde planeaba. 

Me apresure lo más que pude hasta que llegando a Santa Catalina de Somoza me pare en un albergue por una coca, hay estaban cenando un japonés, un lituano y un madrileño; ni los dos primeros sabían español ni el otro inglés, pero parecían tener una plática llena de risas. El Camino tiene la magia de ver personas de todo el mundo, coreanos, chinos, canadienses, gringos y alemanes eran las naciones más presentes. Lo digo por la banderas cosidas en las backpacks.

José, el madrileño, me invitó a a tomar asiento y me dijo que si importar a donde fuera ya no continuara más, debido a que la noche estaba cerca y seguía una subida bastante pronunciada; además era noche de Euro Copa.


Por algún momento me sentí incomodo por la idea de quedarme en un albergue, pero ya estaba ahí y la otra opción estaba a 2 horas hacia adelante o 1 hacia atrás. El albergue  Hospedería San Blas con cama en cuarto compartido de 10€.  Algo que ayudó fue una deliciosa comida casera por 5€. Ya en la noche comenzaron los ronquidos de mi amigo el lituano, José como si me hubiera leído la mente me regalo unos tapones para los oídos, tenía que esforzarme en dormir; los japoneses se levantarían a las 4:00 a hacer maletas.

Distancia Total: 50 km León a Santa Catalina de Somoza

Dia 13 Descanso

Después de 12 días de viaje decide que para no complicar una tendinitis me quedaría un dia más en León, aprovechando su belleza y su particular vida nocturna; que al parecer es excelente para relajarse sin el apremiante sol de 38º.


No podía ser mejor día para disfrutar de León, toda la mañana podía dedicarla a caminar y comer, por la tarde el partido de España-Francia y en la noche las fiestas del Día de San Juan, el día más largo del año.

La ciudad se volvió loca cuando ganó España y todos salieron a las calles para dirigirse al Rio Bernesga para la quema de la hoguera que se hace por el Día de San Juan, que es fiesta nacional en España.

Si logran repetir la formula del Día de San Juan con la pasión con que se vive el fútbol en ese país, tendrán horas de entretenimiento y color rojo y amarillo. Además de la nada aparece una caña en tu mano!!

Dia 12 Leon

Después de un merecido descanso, me dispuse a dejar atrás un trago amargo. Pero de nuevo fui víctima de mi propia impaciencia, me dispuse a llegar a León lo antes posible sin haber meditado sobre mi condición físico-mental del día anterior. El resultado, me genere una tendinitis en la rodilla derecha.

El trayecto tuvo un descenso bastante agradable, cual después hay que volver a subir para llegar a León. Debido a que está en alto uno no dimensiona que esta ciudad es enorme. Ya en la entrada hay que tener precaución ya que se convierte en una Auto Via que lleva al aeropuerto, y por el que está prohibido el paso ciclista. Es tardado pero hay que atravesar el área metropolitana, lo cual resulta en un alivio circular en una ciudad y descansar de la carretera.

León es una ciudad hermosa, la verdad es que tiene muchísima vida en las calles, no se si sea por el calor pero parecería que todos disfrutaban de los bares y las cañas. Como dice mi madre "no hay mal que por bien no venga", parecería que mi lesión había caído en el momento oportuno; podía disfrutar de dos noches en esta bella ciudad.



Distancia Total: 90 km Sahagún a León