Me desperte tardísimo casi a las 10 de la tarde, en lo que desayune mi tradicional atún y manzana y empaque, salí casi a las 11:30. En la recepción me esperaba Dolores quien también me señalo la hora, ya que el calor estaba subiendo, su hijo me preguntó que a donde me dirigía, al contestarle que dormiría esa noche en Bujaraloz; muy consternado me dijo que si pensaba transitar hacia allá por la Nacional II, me explico que es la carretera más transitada debido a que todo el transporte de carga de Europa que entra por Barcelona solo tiene esa vía para salir al sistema carretero de España.
El calor estaba en todo su esplendor, 38º, estaba sudando "mogollones"; pero tenía que estar con gorra, casco, lentes, mangas y un pareo para cubrirme el cuello y los hombros. La verdad era agotador pero el paisaje fue increíble pase por varios pueblos fantasmas; casas abandonadas y ni un coche en kilómetros.
Después llegaría la pesadilla, me incorporé a la Nacional II, el hijo de Dolores no mintió, era impresionante como pasaban un camión de gran tonelaje seguido de otro, la velocidad mínima es de 90 km/h. Les dejo un video en el que los invito a contar los segundo que pasan entre cada camión.
La bicicleta debido a las corrientes de aire que genera el paso de los camiones se ladea notablemente, y por primera vez agradezco el peso de la alforjas que ayudan a hacer resistencia; lo bueno es que tome experiencia rápidamente y logre controlar esa sensación, era cuestión de agarrrarse bien, dejar de pedalear, apoyarse en los cuatro puntos y una vez pasado el camión ayudarse de la ruptura del viento. Aunque se debe tener mucho cuidado ya que las corrientes de aire pueden ocasionar que en segundo uno se encuentre a mitad de la carretera con el riesgo de otro camión detrás. Despues de un par de horas el ruido que generan los camiones al pasar se vuelve insoportable.
Fue entretenido hasta que llego una subida de 20 km bastante exigente y el clima no ayudaba en lo absoluto. Después de tremendo subidón encontré un letrero que daba la Bienvenida a la Comunidad Autónoma de Aragón, ya faltaba poco para su capital, pero estaba rendido; justo encontré una estación de servicio abandonada donde decidí refugiarme en la sombra, había hasta una sillita acomodada para disfrutar mi segunda manzana y mi Gatorade. Después de unos minutos y con la vista hacia el piso, levante la cabeza y a tres metros venía una mujer caminando hacia mí; así fue, mi primer encuentro con una prostituta, resulta que la sillita era suya y estaba en su "oficina". Alrededor había tacones y botas tiradas pero nunca me imagine tal, me moría de la risa, era la zona roja de la carretera, casi 5 km lleno de mujeres con un atuendo único.
Por fin llegue a Bujaraloz, un pequeño poblado de los Monegros una zona semi-árida de la Sierra de Alcubierre; lo que explicaba los paisajes rojos y secos, además de la temperatura que fue a las 2 de la tarde como de casi 40º.
Me hospedé en un pequeño motel llamado El Español de 30€, donde disfrute el partido de España-Irlanda con una bola de viejos españoles que gritaban "Chuta joder, ostias pero que cabreado encima la crisis", mientras disfrutaba la versión española de la Guajolota (Torta de tamal en México), el bocadillo de tortilla española, masa dentro de más masa, pero deliciosa en tiempos de hambre.
El dueño que también atendía la barra me regalo una ziploc grande llena de hielos, una bendición para las rodillas. Tambien me dejó guardar la bicicleta en su almacén, sin parar de decir que estaba loco andando en la bicicleta con ese sol.
Distancia Total: 83 km Lleida a Bujaraloz
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