Dia 9 Burgos



Me desperté con la gran sorpresa de una mañana fría, alrededor de 7º, después de las acostumbradas mañanas de 24º. Con suéter y rompevientos, ademas del Puff.

Comencé la subida a Villafranca Montes de Oca, un paisaje totalmente blanco, la neblina era tan densa que solo se tenía visibilidad de 5 u 8 metros máximo y alrededor campos enteros de flores blancas, un escenario único como estar dentro de una ensoñación, fascinante. Fue el momento ideal para usar mis blinders que llevaban empolvándose en las alforjas un buen rato.

En la subida me fui acompañando de 2 ciclistas de Mountain Biking Spain que llevaban buen ritmo y me ayudaron a sobrevivir una subida que era infinita, mientras subia podía ver ciclistas rendidos en los descansos; gracias a Dios mi playlist de los Beattles y el paisaje hicieron que el recorrido fuera unos de los más psicodélicos que ví.

Terminando esa gran subida un reconfortante descenso a Burgos, una ciudad preciosa de la Comunidad de Castilla y Léon. Es un valle que tiene una cantidad de paisajes creados por nubes gigantes, me recordó mucho a mi bella Oaxaca.




La Catedral es espectacular, me quedé casi 2 horas enfrente. No puedes creer algo tan inmenso y perfecto. Esa plaza tiene una magia inigualable, además su gente es totalmente amigable y dan orientación a los peregrinos casi sin pedirlo, cambio drástico a la cortesía catalana y aragonesa.



Me hospede en el Hotel Francisco Salinas, 38€ con desayuno, un poco retirado del centro pero Burgos tiene precios elevados en los hoteles del centro.


Fuera de ciudades como Barcelona y Madrid es raro encontrar lavanderías self-service como en la mayoría de Europa, si no es el viejo sistema de me la dejas y te la doy mañana. Mi ropa necesitaba urgente el poder de una centrifugadora, así que me tuve que acoplar al horario de apertura de la tintorería, 10 am, para programar mi siguiente día.





Distancia Total: 49 km Belorado a Burgos

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